Esta fue la primera entrevista que me realizó una amiga para la presentación de la primera edición de Reset. Salida a despertar con motivo de su publicación en amazon el 20 de enero de 2021.
Esta conversación resume la intención de esta obra. Las preguntas fueron formuladas por Mari Mar Tejero de vedanatura.com
1- Para romper el hielo y para que te conozcan un poco mejor, nos gustaría que compartieras un poco de ti. Para empezar, estaría bien que nos contaras…
¿Quién es Joana?
Siempre me ha costado mucho contestar a esta pregunta. Es difícil saber quién es uno mismo. Además, he recibido tantas influencias y he hecho tantas cosas que durante muchos años cuando me preguntaban “¿a qué te dedicas?” no sabía qué contestar. Nunca me gustó definirme como una profesión porque no me sentía identificada con ninguna de ellas. Soy una persona a la que le gusta cuestionarse cosas, aprender y vivir experiencias. Con el tiempo le he perdido el miedo a reconocer que me considero artista visual. Una persona que intenta expresar lo que siente y piensa, nada más.
2- Las artes son parte de ti…¿Como fueron tus inicios?
Nunca me desvinculé del dibujo. En una ocasión escuché al ilustrador Puño hablar de este tema y me pareció brillante su razonamiento. Decía que se había diferenciado de otros niños en que él nunca dejó de dibujar. Los niños nos expresamos a través del dibujo antes de aprender a escribir. Algunos dejan de dibujar, puede que en la adolescencia o más tarde, y otros continuamos. Así que eso me pasó a mí también, nunca dejé el dibujo. Me fascinaban los retratos. Mi madre era modista, tenía un montón de revistas de modelos. Siendo pequeña empecé a copiarlos. Dibujaba sus caras, sus cuerpos. Tenía una tabla barnizada blanca que era mi pizarra. Allí las reproducía y las borraba. Así pasé los años de mi infancia.
Un día, por casualidad, una de las clientas de mi madre me vio haciendo un retrato. Se le ocurrió pedirle a mi madre que hiciera uno para ella con su marido. A partir de ahí, fueron saliendo más. Yo tenía 20 años. El arte para mí ha sido una extensión en mi vida, un refugio cuando necesitaba introspección. Me daba paz, serenidad, concentración y mucha satisfacción. He de reconocer, que a veces también quebraderos de cabeza. Aprendes muchas cosas de ti misma también, yo accedo a un conocimiento que sé que no me pertenece, simplemente me lo prestan.
3- Entendemos el arte como más que una expresión, sino como una manera de ver la vida…¿Qué significa para ti el Arte?
Efectivamente, el arte para mí es una herramienta para la vida. Tenemos arte por todas partes, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir. Soñamos y los sueños son arte. Si nos acordamos de ellos hemos sido capaces de traer al consciente parte de nuestro inconsciente, en modo simbólico. El arte puede ser un método para retener las ideas, ya sea con la escritura, la pintura, un invento, y ahora con las técnicas más modernas audiovisuales. El arte, para mí significa creación, consciencia, aprendizaje, oportunidad, presencia, un nutriente más para la vida. Un regalo.
4- Hablamos un poco de tu obra…en que estilos te inspiras…¿cómo entiendes el uso del color en una obra pictórica?
Mi obra es figurativa. Me he inspirado en maestros impresionistas, me han fascinado especialmente las composiciones de los clásicos del Renacimiento y del Barroco. Cuando entré a estudiar en la escuela de arte, amplié estas influencias. Conocí las obras de otros artistas y los movimientos de las Vanguardias. Supongo que todo esto ha influido. Me gusta utilizar colores saturados, vivos, puede que exagerados, que intento acompañar con una arriesgada pincelada. Por lo general me gusta mucho la textura, especialmente cuando utilizo la técnica al óleo. El trabajo previo me lleva una buena parte de estudio, la composición y el dibujo. La planificación previa es la parte que más me cuesta, pero la considero indispensable. Hasta conseguir tener clara la idea en mi mente de un proyecto visual puede pasar tiempo, meses. Para mí no es fácil. No se trata de coger un modelo y reproducirlo fielmente. La idea, el objetivo, lo que quieres explicar, todas esas preguntas se pueden incluir en el lenguaje de los gestos, la mirada, el entorno, la interacción, son muchas cosas. El color y la textura tienen una identidad propia, un significado complejo, se pueden interpretar de muchas maneras. Así que mi obra, es muy intuitiva, es un proceso meditativo, intento no racionalizar demasiado, especialmente en la fase de la pintura. Busco continuamente el equilibrio del color en mi dimensión mental. Reconozco que me cuesta explicarlo.
5- Tus obras muestran tu esencia, como te encuentras o qué quieres expresar al mundo en ese momento al materializar la obra…¿Qué mensaje crees que el arte puede transmitir al mundo y sobre todo a día de hoy?
El arte es creación y nosotros también. La creación artística simplemente sirve de espejo para mostrar las inquietudes del artista. El observador experimentado a veces lo detecta sin dificultad y puede empatizar con los sentimientos o las emociones que le transmite la obra. Otras no sintoniza ni con la obra ni, posiblemente tampoco, con el creador. De una manera u otra, especialmente la obra plástica tiene un poder incuestionable, la energía mental del creador o creadora se ha quedado atrapada en el lienzo y eso lo detectamos. Así que creo que lo mejor del arte es no esperar nada, simplemente abrirse a la verdad, a lo auténtico, a querer ver la esencia de cada ser. Yo lo utilizo como una manera de traer al consciente mi inconsciente. A veces miro obras de hace años y descubro cosas nuevas que me inspiran una idea o un pensamiento sobre mí misma. En esos momentos pienso que es muy arriesgado lo que hacemos los artistas. Nos desnudamos completamente. Me gustaría decirle a la gente que ellos también pueden dibujar la vida que desearían tener. Creo que esa debería de ser una de las funciones principales del arte: enseñar, dar esperanza, mostrar una opinión constructiva. Hoy en día, con tanto conflicto y división, veo que el arte sigue una tendencia crítica. No quiero entrar en esta manera de ver el mundo. Yo quiero utilizar el arte para recordar que podríamos recuperar los valores que yo creo que funcionarían en nuestra sociedad. Hacer un arte “terapéutico” que ayude a la gente en su evolución personal. Creo que si me centro en plasmar mis traumas, poco podré ayudar a los demás. Lo que seguramente conseguiré es que digan “pobrecita” y que sigan proyectando su energía fuera de ellos mismos. Acabamos de tirar la pelota fuera y mientras la siguen continuarán igual de bloqueados en su interior. Es decir, hemos distraído al observador. Creo que a nivel general, esto está pasando en todas las manifestaciones artísticas, desde el cine, el teatro o las series de ficción.
En mis obras he representado colectivos personas en actitudes cotidianas pero siempre tranquilas o en algún estado de plenitud. No quiero pintar dramas. Cada vez tengo más claro que la felicidad para mí se encuentra en lo simple. Sí que he pintado escenarios en los que he estado, especialmente me refiero a la serie “Miradas de la India”. Pero las personas que he representado han sido seres amorosos, alegres, llenos de generosidad y plenos. Así lo viví yo. Ese es el principal aprendizaje que me traje. Quiero pintar mundos en los que quisiera vivir. No se trata de no querer ver lo que algunos me dirían que es la realidad. Yo creo que la realidad objetiva no podemos verla. Yo quiero ver paz, unión, libertad, flexibilidad, confianza, ¿el sueño de Miss Mundo? Puede,… Creo que necesitamos recuperar la ilusión y la esperanza. Estoy convencida de que, si queremos, podemos cambiando nuestra mentalidad, desprogramando las creencias que nos impiden avanzar y trabajando en nosotros mismos.
6-También has ido más allá de lo material y has creado meditaciones audiovisuales…¿En qué consiste?
7-Nos conocimos hace años gracias a la meditación… ¿Qué significa la meditación para ti y en tu vida?
La meditación es una herramienta, como el arte, que te ayuda a descubrir cosas de ti, de tu entorno, que te enseña. Hemos hablado un poco de ello, ¿verdad? Es todo un reto, aquietar la mente, calmar las emociones y el espíritu. Te ayuda a estar centrada. No es fácil, menos ahora, con todo lo que estamos viviendo. Pero me he dado cuenta de que cuando practico meditación soy más creativa, tengo más claridad y encuentro soluciones más fácilmente a los conflictos cotidianos. Así que, cuando estoy muy bloqueada, suelo decírselo a mis hijos, “me voy a hacer yoga, o a meditar” Luego generalmente, todo se soluciona mejor, y si no se soluciona, se vive de otra manera.
Sí, esto fue un experimento que hicimos hace unos años en Vic en un centro de Terapias. Le estoy muy agradecida a su directora Teresa, que me ofreció la oportunidad de hacer videomappings en las salas de meditación. Entre ella y yo diseñamos las clases. Manuel, su marido, se encargó de la música que sincronizamos con las imágenes animadas. Creamos una narrativa en torno al tema de geometría sagrada. Tuvo muy buena acogida. Fue algo muy innovador y especialmente, los niños estaban encantados. Ahora continuo con el proyecto para adaptarlo a otros espacios.
8-¿Crees que en los tiempos en los que estamos la meditación es la gran herramienta en el camino de la vida?
Por supuesto. La meditación es para mí un alimento vital. Igual que comemos diariamente y necesitamos una media de 2 litros de agua para nuestra hidratación, tendríamos que incluir la meditación diaria para desintoxicarnos interiormente de las tensiones y agresiones internas o externas que se generan en nuestro ritmo de vida. Mantener limpia nuestra casa interior es igual de importante que hacerlo con nuestro entorno. La meditación también ayuda a las personas a ser más agradecidas, más comprensivas, más resolutivas, menos críticas. No se trata de vivir en las nubes y convencerte de que eres feliz. Además eso sería un agotamiento. Creo que se debe hacer como un entrenamiento sin forzar, con paciencia, sin expectativas. La voluntad de meditar es el primer paso, una herramienta que nos ayuda a regular el desequilibrio interior que nos está dominando en estos tiempos donde lo comúnmente aceptado parece que sea ir corriendo a todos los sitios y competir para ser los primeros en todo. Estos comportamientos nos generan mucha ansiedad y la neurociencia lleva tiempo midiendo todos los efectos nocivos que estos hábitos producen en nuestro cerebro mediante la segregación de cortisol y otras sustancias que luego afectarán a otros órganos del cuerpo. No soy partidaria de imponer ni de obligar a nadie a hacer algo en contra de su voluntad, pero reconozco que la meditación tendría que estar incluida como materia en los colegios desde que los niños son pequeños, igual que las artes: pintura y música. Ya son muchos los estudios que avalan estos métodos como el camino hacia una educación más eficiente, que instruiría a personas en su desarrollo para ser más concentradas, empáticas y resilientes. Las artes son el camino porque incluyen el resto de materias. Un artista en su obra muchas veces ha de utilizar su conocimiento en geometría, historia, mística o literatura. El análisis de los grandes maestros de todos los tiempos son un ejemplo de sus conocimientos incluso de filosofía, química o física. La música son matemáticas también. Todo está unido, interconectado, sólo tenemos que volver a engarzarlo. La meditación es puro conocimiento e incluye todo esto también. Es un campo infinito que conforme más se explora, menos se conoce de él. Así que, me gustaría aventurarme a imaginar que en un futuro no muy lejano fuera uno de los pilares en los que se sustentara la educación. Ya se están llevando a cabo modelos similares en escuelas Europeas, incluso con otros métodos para equilibrar las emociones y aumentar la concentración como con el uso de la aromaterapia en colegios de paises como Alemania, y también en España. Se están dando cuenta de que el fracaso escolar se ha reducido en estos centros. Así que el camino no pinta mal.
9-Como hemos nombrado antes, las artes son tu vida…ahora acabas de dar luz tu primer libro RESET…un nombre muy significativo… ¿por qué?
Fue por intuición, la verdad. Pero me pareció el más acertado para los momentos que vivimos, porque realmente creo que si no hacemos un reinicio, lo tendremos muy complicado para salir de esta. Pero el Reset que propongo es uno mental. Reiniciar la máquina de nuestro pensamiento y actualizar el software, añadirles los plugins necesarios para adaptarnos a la nueva frecuencia planetaria o tirar a la papelera los programas mentales que sean inútiles para nuestra vida.
Este libro lo publiqué coincidiendo con el período de pandemia y confinamiento. Como muchos de nosotros, pensé en lo surrealista de lo que estábamos viviendo y tuve tiempo para analizar lo que creí que estábamos haciendo bien y menos bien. Siempre me molestaron las divisiones, las disputas. Previamente estábamos viviendo unos momento complicados políticos, he visto a familias dividirse por diferencias de opinión. Me parece incomprensible. La violencia en las calles por estos temas. Hace años que decidí a apagar la televisión. Me entero de las cosas “importantes” por familiares o conocidos, pero me niego a ver un telediario, me ponía enferma. La gente me ha estado contando lo que dicen y, el mensaje que me transmiten es el del pánico y la desesperanza. Me han llamado personas muy angustiadas que no tienen ninguna enfermedad pero no duermen por miedo a contraerla, especialmente la del virus “innombrable”, así le llamo yo. No quiero nombrarlo, porque le daría poder. Soy consciente de que las palabras son muy poderosas y cada vez quiero tener más cuidado a la hora de utilizarlas. A menudo no lo consigo, pero estoy en ello. La siembra del terror en la población no es el camino. Así que pensé que tendríamos que reiniciar la máquina del mundo, empezar con nuevas bases olvidadas, pero que llevan miles de años esperando pacientemente a que las pongamos en práctica. Por eso hablo de la filosofía oriental, de sus axiomas, sus valores, las leyes universales. No hay que inventar nada nuevo, simplemente aplicar lo que está ahí y hemos ignorado. Creo que tenemos que esforzarnos en trabajar nuestro equilibrio interior, subir nuestro sistema inmunológico, limpiar nuestra mente de pensamientos tóxicos, negativos y tendríamos mucho ganado. Por eso, yo hablo en el libro del virus mental, del drama de los cambios de hábitos que se nos han aparecido, sin transición, la abolición de nuestras costumbres que han afectado a nuestras relaciones sociales. Me parece que antes estábamos desconectados y ahora más. Vamos como robots. Lo peor de todo, es que si solo esperamos a que la solución venga de fuera, tendremos un problema mayor. Así que Reset salida a despertar pretende poner sobre la mesa cuestiones muy básicas y que quizás hemos olvidado. Para mí son de sentido común. Si hablamos de un individuo sano, cualquier enfermedad se cuela si la mente y las emociones están en desequilibrio.
10- ¿Que te llevó a escribirlo?
Me gusta definirlo como una situación de fuerza mayor. Llevo muchos años escribiendo, pero nunca me había planteado en serio dar el paso a la publicación. Pero la vida me ha dado un grito. Me gusta ilustrarlo así, no ha sido una llamada. Llevo tiempo con la llamada, pero la situación se ha puesto, desde mi punto de vista, tan extrema, que he considerado que tenía que alzar la voz, a pesar de que seguramente habrán muchas personas que no estén de acuerdo con lo que expongo. No es un libro cómodo. Invito a la persona que lo lea a reflexionar y analizarse con situaciones que describo, a través de cuentos o metáforas. Si no te gusta inspeccionarte, seguramente no acabarás de leerlo.
Estoy convencida que de esta saldremos si trabajamos en subir nuestra vibración personal.
11- ¿En qué basas el análisis de tu obra?
Mi obra continuamente habla de unión, de colaboración, de la bondad y de la belleza del ser humano, de su esencia. Estas capacidades le permiten que pueda alcanzar cualquier cosa que se proponga y adaptarse a los entornos que frecuente. El ser humano tiene unos poderes que desconoce. Sólo tiene que buscarlos dentro de él mismo. Empezar por quererse, valorarse para poder hacerlo con los demás.
12- Desde la protagonista….se ve el acercamiento del mundo oriental más holístico con el mundo occidental más científico y mental…¿Cómo entiendes el acercamiento de la ciencia con la espiritualidad?
La protagonista es una doctora que nació en China y se formó en medicina en su país, especializándose en acupuntura. Cuando viaja a Europa, se encuentra con situaciones que tambalean creencias de profesionales de la salud occidentales y hay un choque cultural muy patente a la hora de tratar las enfermedades. He pretendido comprender ambos puntos de vista y proponer su integración como camino más directo hacia la recuperación de la salud. Me gusta mucho el trabajo y la divulgación del físico teórico Michio Kaku. Él demostró la existencia de un Dios que no tiene nada que ver con las creencias ni con la apariencia que nos han inculcado. Define a Dios como una fuerza que ordena, dice que es un brillante matemático y que el azar no existe. Llevó a cabo experimentos con un semi-radio primitivo de taquiones que son las partículas teóricas capaces de despegar la materia del universo. Cualquier punto afectado por el semi-radio de taquiones que se encontrara libre de cualquier fuerza del universo, se convertía en absoluto caos. La teoría de la necesidad de que haya una fuerza o inteligencia que organiza todo lo demás es poco discutible para la física teórica.
Yo quiero pensar que hubo un momento en la historia de la ciencia moderna que avanzó en un camino opuesto a la espiritualidad, así que se separaron. Me imagino que partieron del mismo punto en el mismo sendero, pero se dieron la espalda y cada una avanzaba en direcciones opuestas. El cuento que he visualizado es que el camino por el que cada una iba, no era recto, sino oval, como las órbitas por las que circulan los planetas como el nuestro que gira alrededor de una estrella, para nosotros es el sol. Creo que, si son ciertos los estudios que hablan del final de ciclo que estamos viviendo de 75000 años, la ciencia y la espiritualidad se están acercando porque están completando el círculo del sendero que iniciaron y ahora se encontrarán cara a cara.
13- En tu libro, la lógica es fundamental… ¿Qué entiendes por “lógica”? ¿Crees que el ser humano se para a reflexionar?
La lógica para mí es el sentido común. Pero claro, lo que yo creo que es sentido común, otro me discutirá y me dirá que no lo es. La lógica la entiendo como una herramienta que deberíamos de utilizar para tomar decisiones justas tanto para nosotros como para los demás. La lógica puede trabajar con una habilidad que sea aplicable al pensamiento pero también puede tener un papel muy subjetivo en nuestra vida, pues lo que yo veo lógico, puede que otro no. Entonces el estado ideal de lógica para mí es ese en el que no nos hacemos daño. Si yo hago algo lógico para mi vida que influye en la calidad de la tuya, perjudicándote, por ejemplo, habrá que revisar esa acción, o llegar a un acuerdo. O bien tú te molestas con facilidad, o bien yo me estoy excediendo en la libertad con la que opero. Quizás la lógica tenga mucho que ver con la cultura, con las creencias también. No es solo una regla matemática, como dos y dos son cuatros. Otros te dirían que el resultado es veintidos. Todo depende del estado de conciencia del que cada uno parte. Por eso es tan difícil ponernos de acuerdo y tenemos tantos puntos de vista confrontados.
El ser humano siempre ha reflexionado. La diferencia es en qué. En la antigüedad han habido brillantes filósofos y escuelas de pensamiento preocupadas por entender los grandes misterios existenciales. Quiero creer que ahora también, solo que el entorno nos dificulta esta tarea más que en épocas pasadas, no porque no haya información, sino porque el ser humano se ha desconectado de la naturaleza, por lo general. La tecnología nos ha dado muchas alegrías, comodidad y avances pero está teniendo una sombra que cada vez es más alargada. El precio que estamos pagando por nuestra desconexión interna, nuestra dispersión. Aunque también tenemos acceso al conocimiento como nunca antes, en el libro expongo el uso o el abuso de las tecnologías.
La situación que hemos vivido este último año nos ha obligado a reflexionar. El mundo nos ha castigado enviándonos a casa, a pensar. En muchos casos, hemos alterado el orden de los valores que teníamos previamente aprendidos. Puede que hayamos entendido que cualquier cosa es posible y que los momentos hay que vivirlos como si fueran los últimos. Habrá seres humanos que piensen más en esto y otros seguirán pensando en si podrán irse de vacaciones este año. La reflexión cada uno la entiende arreglo sus prioridades, su momento en la vida, su evolución, o como digo en el libro, su involución. Para mí está claro que cada uno vivimos nuestro propio estado de consciencia y eso nos condiciona a la hora de reflexionar sobre una u otra cosa.
14- Las emociones toman un gran papel en el transcurso del libro, de manera sutil pero profunda y cercana… ¿Cómo ves al ser humano a nivel emocional a día de hoy?
Por lo general, muy perdido y con los hábitos tecnológicos más todavía. Hay tanta conexión tecnológica que lo que más estamos consiguiendo es dispersarnos y desconectar de nosotros mismos. Estoy convencida de que muchas personas seguirán sin tener interés ni ganas para conectarse con su interior. Nuestro entorno cada vez nos exige vivir con más rapidez, nos han convencido de que la eficiencia se consigue así, corriendo y compitiendo a costa de sacrificar nuestra salud potenciando los estados de estrés, depresión, ansiedad, etc. Así se generan las enfermedades crónicas, por el mantenimiento sostenido en el tiempo de estados de ánimo y conductas perjudiciales para nuestra salud. Pero cada vez veo más conciencia sobre esto. La gente empieza a valorar vivir de una manera más simple, menos materialista, apreciando los pequeños momentos.
15- ¿Crees que es un tema que puede mover consciencias?
Eso espero. Cuando publiqué el libro sentí cierto vértigo. Luego pensé “a lo mejor, no lo lee nadie, o casi nadie,…”. Hay tantos libros publicados, pero la fuerza que me activó para dar el paso a publicarlo fue la responsabilidad. Esos momentos de muerte, de fin de ciclo o de abatimiento en los que se te revela sin saber porqué un mensaje: o aportas lo que puedas, o la vida se pondrá todavía más dura. Así que me decidí a gritar publicando Reset salida a despertar. Escuchaba tanta gente dolida y angustiada por las noticias contradictorias que recibían cada día. Tantos mensajes, desde mi punto de vista, injustos, que pensé ¿por qué no recordamos a la gente lo esencial y cómo pueden recuperar el equilibrio y la salud por ellos mismos? Reset no es un libro cómodo, creo que es fácil que te remueva algo dentro.
16- Y para terminar con esta entrevista, una pregunta que lanzamos a todos nuestros compañeros de camino…
Desde tu experiencia, ¿Qué le dirías a esa persona que está en momento de cambio y le llega a sus manos tu libro?
Que lo disfrute, tanto el cambio como el libro. Si algo nos ha constatado la ciencia, que llevan siglos diciéndonos la filosofía, es que las casualidades no existen, pero sí las causalidades. Einstein decía que “Dios no juega a los dados”. Todos vivimos momentos más o menos cómodos, dramas que nos mueven los esquemas y nos sacan de esa zona de confort en la que nos encanta estar. Pero la vida es vibración, todo se mueve. Lo estático y la rigidez es muerte. Así que las personas que están en momentos de cambio son muy afortunadas. El cambio es oportunidad para la transformación, para conseguir la liberación de lo que no funciona en tu vida, un ajuste, una limpieza de lo que te vale y de lo que no. Parece fácil decirlo. Por experiencia, sé que no es agradable, generalmente es doloroso. El peligro es la adicción al sufrimiento. Pero no dejan de ser pruebas para que puedas sacar la fuerza que tenías dormida o descubras algún don con el que te ayudes a ti misma, y para que puedas ayudar a otros. Vivir el cambio como una oportunidad es la clave.